viernes, 6 de marzo de 2015

Volver al futuro


Cuatro décadas antes del Mundial de Clubes, el Barsa invitó a Estudiantes a la histórica Gamper de previa de temporada. Campeón del Mundo vigente, los de Zubeldía prepararon la final con el Milan con una maratónica gira que incluyó partidos ante Atlético y el Real Madrid.

Pocos son los clubes del pago propio que pueden imprimir el prestigio de haber jugado la Copa Gamper en el Camp Nou. Y se cuentan con los dedos de una mano: Boca, River, San Lorenzo, Chacarita (aquel de la edición ’71 que tocó su techo eliminando al Bayern Múnich de Beckenbauer en semifinales) y Estudiantes, por si faltara alguna huella en la alfombra roja de la historia.
Finalizado el Metropolitano ’69, con las mieles a flor de piel tras el laureado bicampeonato de América contra el Nacional uruguayo, el Club organizó una extensa gira de preparación – 45 días afuera del país- con la proa en el objetivo de máxima de ese segundo semestre: defender el máximo título de clubes conquistado un año antes en Old Trafford.
La chapa de la victoria en Manchester contra el United y la invitación del Barcelona, fue el amuleto gancho para la CD al mando de Mangano, que dispuso de distintos ofrecimientos para presentarse y jugar amistosos alrededor del mundo: Colombia, Venezuela, Norteamérica, Italia y España. Algunos fueron descartados con el viaje ya comenzado, otros se fueron sumando, acomodándose siempre a los encuentros pautados de antemano en Europa, donde el equipo disputaría cuatro de los trofeos estivales más reconocidos de la península ibérica.
A la Joan Gamper (novata competencia de pretemporada, por aquel entonces, que iba por su cuarta edición) se sumaron los trofeos Fenosa y Festa D’Elig; y la Copa Ramón de Carranza, de la que participaron los dos grandes de Madrid y Palmeiras de Brasil, derrotado por Estudiantes en el desempate del Centenario, para completar el cuadrangular eliminatorio.
La gira empezó el 15 de julio, después de una breve excursión pautada por Brasil para el denominado “Torneo de los Cinco Gigantes”, con una primera escala en Colombia, donde se jugarían más encuentros que los fijados inicialmente, al suspenderse, entre otros, el programado contra la Selección de Venezuela en Caracas.
Un empate ante el combinado colombiano, tres días después de la salida de Ezeiza, fue el inicio del camino que llevaría a Estudiantes nuevamente al Viejo Continente como escala final, ocho meses después de conquistada la Intercontinental en Manchester. La faena en Colombia se completó de manera invicta con otras dos victorias (el 20 y 23 de julio, las dos por 1-0 y con pepas de Rudzki, contra Atlético Nacional y Deportivo Cali) y un empate 0-0, el 31, ante el América.
Suspendida la escala en Canadá, el quinto choque fue el Necaxa mexicano, en Los Ángeles. Un 5-1 que puso blanco sobre negro la real diferencia entre un fútbol y otro hacia finales de los ’60, amén el antecedente de la victoria del Toluca en Argentina en la definición de la Interamericana que el Pincha había hecho propia meses atrás.
“Una nueva versión del fútbol sudamericano: Estudiantes con su sentido práctico”. Así anunció El Mundo Deportivo el arribo del Club a la Gamper, con foto insignia de archivo, tapa de El Gráfico, aquella del abrazo de Zubeldía y el Bocha Flores. Y fueron por más: “Partiendo de cero, el club de la capital de la provincia de Buenos Aires ha llegado a ser ‘grande’ del fútbol mundial. El equipo se prepara intensamente para la disputa de la Copa Intercontinental de Campeones frente al Milan. Y la afición mundial futbolística espera con interés esta nueva confrontación de dos escuelas tan diferentes”. ¿La clave de sus triunfos?, preguntaban los catalanes. “Una conducta ejemplar”.
El Conde Fenosa fue el debut en la escala española, el 17 de agosto, con dos pardas: 1-1 (remate cruzado de Verón entrando al área) contra Celta de Vigo y 0-0 frente al Deportivo, apenas 48 horas después, lo que motivó la queja de Zubeldía: “El calendario favoreció a La Coruña, que descansó un día más”.
Con muchos cambios -rotar y probar jugadores se hizo regla por el apretado calendario- llegó el 23 de agosto y el triunfo contra el Elche, 2-1 (Verón y Conigliaro), que llevó el Fest d’Elx para la sede social de 51. El mismo que hoy se exhibe, junto a tantos otros, en el salón de trofeos donde comenzó a andar el renovado Museo Histórico.
Restaba aún el menú de mayor convocatoria: la llave eliminatoria en el Camp Nou y un eventual partido contra el Barcelona que finalmente no fue por el 2-3 con el Zaragoza en semifinales, goles del Bocha Flores y Rudzki; y el esperado partido contra el Madrid por la eliminatoria de la Ramón de Carranza.
La doble jornada de semifinales de la Gamper se disputó íntegramente el 26 de agosto en cancha del Barsa, con una “perla” de época: en plena dictadura franquista, los equipos salieron al campo con las cuatro banderas de los representantes del torneo, encabezada por otra con los colores y el escudo de la España que hoy Catalunya rechaza. Y se escuchó el himno, claro.
A la sorpresiva derrota del Pincha -a juzgar por la prensa catalana, que incluso marcó como figura al arquero aragonés - le siguió el choque de fondo del Slovan Bratislava con el Barsa, que se tomó revancha de la final perdida, meses antes, en la Recopa de Campeones ante los mismos checos. Apenas un día después se jugó la final, ganada por los locales, y el partido por el tercer y cuarto puesto, en el que Estudiantes volvió a caer, 1-2, frente al Bratislava. Fue insuficiente el transitorio empate marcado otra vez por Flores.
De Barcelona a Cádiz, para jugar a las 72 horas la esperada serie ante el Real Madrid por la Ramón de Carranza. Zubeldía probó con Errea por el Bambi Flores en el arco, que en el segundo choque de la Gamper había ingresado por Poletti. Y Aguirre Suárez y Togneri se metieron por Bilardo y Echecopar; de rigor, otro esquema defensivo para poner freno a la potencia ofensiva del rival. El Real dominó desde el comienzo y sólo pasó algún sobresalto tras el descuento transitorio del tucumano Aguirre Suárez, que promediando el segundo tiempo la metió con un fuerte tiro libre de frente al arco. Sobre la hora, los españoles cerraron el partido de contragolpe y sentenciaron el 3-1.
Eliminado por Palmeiras en la definición de penales, el tercer puesto se definió contra el Atlético de Madrid, de nuevo a estadio lleno, tal la expectativa por ver al campeón del mundo vigente. Al igual que en el amistoso de la Euroamericana 2013, ahora con Simeone en el banco español y el regreso de la Brujita en cancha, el triunfo también se fue para La Plata; hoy con pilcha negra, ayer en España todo de blanco, 2-1 con doblete del Bocha Flores, el goleador albirrojo de la gira.
¿Cuál es el secreto del Estudiantes?, lo consultaron a Zubeldía en el final del vestuario. “No tiene ningún secreto: únicamente el trabajo. El que diga que hace milagros en el fútbol miente completamente o no sabe de lo que se trata”.

* Publicado en el número de febrero de Revista Animals!.
 

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