viernes, 16 de octubre de 2015

20 pulgadas


El "yeite" era, en esos domingos de 1987 y 1988: se cargaba el cassetito de la Commodore 64, se esperaba en la vereda de 11 (que era tan ancha como ahora y dejaba armar un arco con remeras y el árbol como referencia, sin joder al resto) jugando al "25" con la pelota de gajos rojos de Carlitos... Y, mientras, uno por vez "relojeaba" el contador interminable de la cassetera que siempre pedía repechaje, la muy distante, para darle play antes de que la madre de alguna dijera que la tarde ya era historia, que oscurecía y todas esas "huevadas" que sólo servían para mandarte a hacer los deberes para el lunes.
 

jueves, 15 de octubre de 2015

La "idea"


Cambiar, sí; en fútbol, siempre. Pero no "más allá de la idea". Es "la idea" (sic) lo que tiene que modificarse; "la idea" de un método unívoco para un juego que es dinámica y cambio constante, que dependerá siempre de la oposición y estrategia del rival.
Difícil jactar responsabilidades por igual en el funcionamiento de la Selección si es "la idea" lo que no cambia: hay responsables adentro (jugadores) en mucha menor medida que afuera; un técnico responsable de hacer jugar de la mejor manera posible (ser efectivo y aplicar el plan necesario que el partido pide para convertir un gol más que el rival) a un grupo de futbolistas "seleccionados": lo mejor entre los mejores.
Si "la idea" es algo estático, acabado, carente de alguna novedad que sorprenda al oponente de turno en un juego que es dialéctica pura, no hay excusas.