miércoles, 26 de octubre de 2016

"Gimnasia, Estudiantes, unidos adelante..."

Lo que era un clásico más del Nacional 1975, se transformaría, por propia desidia dirigencial, en un antecedente ineludible de la rivalidad de pinchas y triperos.
Aquel día de octubre del ’75, del que se cumplen 41 años, amaneció húmedo y lluvioso. Llovió en la previa y los hinchas aguantaron estoicos en los tablones de la cancha del Lobo. Y nadie creía posible una suspensión, más después de que se diera vía libre al partido de Reserva, salvo los dirigentes, que minutos antes del juego de Primera anunciaban la postergación del clásico “de común acuerdo”. Sobraban razones económicas, dirían.
El hincha no entró en razón y descargó la bronca. Primero fue una fuerte silbatina, después corridas, invasión de la cancha, tablones quemados... y hasta las barras se unieron en hartazgo e intentaron llegar juntas a la zona de palcos al grito de “Gimnasia, Estudiantes, unidos adelante”.
“Y pegue. Y pegue. Y pegue, Lobo, pegue”, bajó de la popular del Pincha, en pleno “combate” contra la represión policial del lado local.
“Asesinos, asesinos”, se solidarizaron los triperos cuando la policía y los gases invadieron a garrote limpio la visitante del Bosque.
Aquel día que unió a pinchas y triperos en una época de fuerte violencia institucional en la previa al Golpe. La tarde que “la canción fue la misma”.