miércoles, 21 de septiembre de 2011

El arte, fin en sí mismo


Cuanto menos, la nota De Garage deriva como disparador para ensayar nuevas hipótesis ya escritas y reafirmadas, nunca comprobadas. O sí, pero sin absolutos: el universo paralelo de Mister América no lo es, no lo será. No hay espacios cerrados inconmovibles o inmutables. Todo está abierto a la jactancia de nuevas posturas si éstas implican no huir del paraíso para nadie autofundado por Astarita y su séquito.
Con el agua al cuello fue el inicio y la ruptura al fin; el surco necesario de lo instantáneo; lo que permanece el ser humano en los atriles inherentemente incómodos o el precio a pagar de toda búsqueda de experiencia sensorial no ordinaria. Si Con el agua... es el último punto efímero de incomodidad terrenal de MA, Despojado empieza cuando baja la marea, turbia, que conlleva la reconstrucción como equilibrio de fuga. Insano y Rebelde, estados de ánimo coyunturales y abstractos y aún así necesarios, se materializarán con Superación, la prana que surge como mantra final de "esa saga de estados del ser".
Cuando el rock enfilaba hacia su propio iceberg, sintetizará Graziano, de fines de los '90 a Cromañón, Astarita le ponía los últimos ladrillos al submundo de exilio interno de la banda: ese paraíso para nadie más que Mister América.

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