domingo, 1 de julio de 2007

Odio los quiebres


Eclipse
En el arcón de los recuerdos
busqué tu nombre
hallé unas letras borroneadas
descoloridas y tristes
¡Cómo pudo el tiempo
cometer esa insensatez!

Si éramos un solo abrazo
en otro abrazo,
una sola sombra larga
en aquellos atardeceres
que juntos caminábamos
queriendo descubrir
el misterio de los astros
que por siglos de los siglos
están ahí, siguiendo siempre
las mismas órbitas.

Creíamos ser lo mismo,
pero una noche nos eclipsamos,
y somos sólo una marca en
un papel.


Anónimo
Mirar el mundo y encontrarme en él,
distendido, sereno, transparente...
Así quisiera dormirme por última vez
dejar algunas canciones de mis últimas
lágrimas, compartidas con vos...
Acariciar la dulce rugosidad de las pieles que
fuimos soñando en nuestros momentos sin dolor.

Yo sé que a veces me encierro en el desencuentro,
que entretejo con alambres de púas algunas de
las palabras antiguas que me han sembrado
Pero al desactivar mi temor, en el medio de
este silencio, sólo puedo recordar las caricias
de las arboledas perdidas en la música de
tus labios...

Mirar el mundo y comprender que este infierno
ha sido sólo un triste recreo en este único
vuelo que algún día tendremos que lograr.
Recuperemos las alas olvidadas, sacudiremos
los últimos temores y llevaremos nuestras
húmedas alegrías hacia la libertad...


PD: Dos momentos del último número de La Doblada, unos manuscritos del sur que se reparten en varios lugares de la ciudad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...esta en uno querer encerrarse en un alambre de puas, y no salir...y querer dejar,querer olvidar, querer extrañar.La vida es una, es hoy !!!