Cambiar, sí; en fútbol, siempre. Pero no "más allá de la idea". Es
"la idea" (sic) lo que tiene que modificarse; "la idea" de un método
unívoco para un juego que es dinámica y cambio constante, que dependerá
siempre de la oposición y estrategia del rival.
Difícil jactar
responsabilidades por igual en el funcionamiento de la Selección si es "la
idea" lo que no cambia: hay responsables adentro (jugadores) en mucha menor
medida que afuera; un técnico responsable de hacer jugar de la mejor
manera posible (ser efectivo y aplicar el plan necesario que el partido pide para convertir un gol más que el rival) a un grupo de futbolistas
"seleccionados": lo mejor entre los mejores.
Si "la idea" es
algo estático, acabado, carente de alguna novedad que sorprenda al
oponente de turno en un juego que es dialéctica pura, no hay excusas.
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