Hay
veces, ocasiones, momentos -los menos de los más, pero impermeables-
que un pedazo de historia puede ser eso, una historia, no por la
historia en sí y su trama, sino por el espacio ocupado y habitado
-nuestro causal territorio- durante su lectura.
La olvidable historia del relato es lo que refuerza la historia de su lectura; el lugar, inolvidable, donde te abordé y te abracé.
La olvidable historia del relato es lo que refuerza la historia de su lectura; el lugar, inolvidable, donde te abordé y te abracé.