domingo, 21 de junio de 2020

Infante, leyenda de las dos veredas


Hoy cumpliría 96 años. Goleador letal de Estudiantes, inventor de la “rabona” para la FIFA, el “Beto” se dio un gusto único: de larga simbiosis con la historia albirroja, se retiró sin embargo con la del Lobo. Un caso único entre los goleadores nativos: jugar con los dos colores de su ciudad natal…

Identificado como pocos con la historia albirroja pre-Zubeldía, huella indeleble en el largo derrotero de conquistas de la institución, el “Beto” Infante es el único de la larga lista de los diez grandes goleadores de AFA que supo vestir las dos camisetas de los clásicos rivales de una ciudad. En este caso, de La Plata. ¿Se imaginarían a Palermo con la de River? Algo similar…
Nacido un 21 de junio de 1924, la leyenda cuenta que fue tan grande el peso de la cuna tripera de su familia, sobre todo la del padre, que pese a su lineal identidad pincharrata –es uno de sus tres máximos artilleros, con 191 gritos entre ligas y copas- recaló para retirarse en Gimnasia en 1961 después de haber jugado durante quince temporadas en la Primera de Estudiantes. Quería, claro, satisfacer, de una vez, aquel sueño paterno…
En 2014, la FIFA hizo justicia con la leyenda futbolística platense y patentó para siempre la jugada que lo hizo conocido mundialmente, la que en tiempos modernos replicarían Borghi, Di María, Ronaldinho o el Ronaldo portugués: ese gesto excelso de romanticismo por antonomasia, la famosa “hachita". Fue un 19 de septiembre de 1948, contra Central y en 1 y 55. Tomó un rebote después de un tiro de Gagliardo, sobre la izquierda del área, y, diestro él, como la pelota le quedó para la zurda, cruzó el pie derecho por detrás del tobillo izquierdo y sacó un zapatazo de “rabona” que se clavó en el ángulo del arquero canalla, Botazzi.

La jugada sin nombre
Lo cuenta de manera exacta el periodista Fabián Mauri, en una vieja nota de la revista Un Caño: “Nadie sabía cómo llamar a la efectista invención de Infante: sencillamente no tenía nombre. Existe una leyenda urbana que asegura que el martes siguiente al gol apareció en El Gráfico una producción fotográfica en la que se veía al delantero vestido con guardapolvos escolar, ejecutando la jugadita con el título ‘El infante que se hizo la rabona’. La leyenda concluye que es, a partir de esa publicación, que la bendita ‘rabona’  encontró al fin su nombre”.
Sin embargo, como señala el periodista en otro extracto, en ninguna edición de la revista de ese 1948 se hizo una producción semejante y queda el beneficio de la duda de ediciones posteriores donde, quizás, se haya homenajeado a la proeza del “Beto” haciéndolo vestir de infante antes de hacerse la rabona de la escuela… Quilosá. Pero para todos, y para él, siempre fue “el gol de hachita”, por la manera de golpear la pelota en el gol.
Infante brilló en Estudiantes en la famosa línea de Gagliardo, Negri, Infante, Arbios y Pelegrina. Ganó las copas Escobar y República del 44/45 y también jugó en la Selección. Se dio el gusto de estar el Mundial de Suecia ’58 (aquel del 1-6 con Checoslovaquia y el primer baño de realidad para el orgullo del fútbol nuestro) y hasta le hizo el gol del triunfo a España, en una victoria amistosa de Argentina, en Madrid, en 1952. Este: https://www.youtube.com/watch?v=887cuZe9HBU.
Seducido por mandato paterno, el final de su carrera lo encontró en el Lobo. Se dice que para cumplir el sueño de siempre de su viejo, de verlo franjeado de azul con la histórica camiseta blanca tripera. Jugó 16 partidos y gritó seis goles. Una gran marca, también en Gimnasia, para un jugador ya de 37 años.
Como entrenador, muchos lo recuerdan enseñando y rodeado de pibes en la escuelita de fútbol del Sagrado Corazón, en los años ’80, en el patio de calle 57, mientras le contaba infinidad de veces a los curiosos infantes que iban a aprender con él, su hazaña, la de haber inventado, para siempre, el gol de “hachita”.

* Unos garabatos sueltos, pensados y publicados en 90 Líneas.

miércoles, 3 de junio de 2020

133


El Lobo celebra 133 años de historia y extiende los festejos con la confirmada continuidad en Primera y la expectativa por el posible sí de Maradona; los hitos de una institución que nació en 1887 de la mano de los vientos fundacionales de nuestra ciudad capital

Cuando la nueva metrópoli de Buenos Aires todavía no cumplía ni un lustro de existencia, en La Plata, un grupo de personas, reunidas en un comercio de avenida 7, fundaban el hoy Club de Gimnasia y Esgrima La Plata, el 3 de junio de 1887. Fue Saturnino Perdriel, su primer presidente, quien presidió aquella histórica asamblea de la que participaron más de cincuenta socios fundadores. 
Desde tiempos fundacionales, el club se dedicó a deportes exclusivos “de salón” (por caso, durante gran parte de 1897 pasó a llamarse “Club de Esgrima”, ya que a diez años de su creación esta era su única actividad) para la época. 
Recién en 1901 llegaría la primera gran bisagra de su historia, cuando el club tomó los terrenos cedidos por el gobierno provincial en la hoy Facultad de Ingeniería, en 1 y 47, para constituir el primer campo de deportes de la ciudad –la Plaza de Juegos Atléticos- y convertirse en precursor de la práctica del fútbol. Así, en abril de 1901, dos combinados (Azules versus Colorados) de socios del club se desafiaron en ese terreno, dando el puntapié inicial para el deporte más popular.
Varios años representando al club en duelos locales, llevaron, finalmente a Gimnasia a debutar en el torneo asociacionista organizado por la hoy AFA. Fue en 1905 y por un breve período, cuando la dirigencia inscribió equipos en el torneo de Tercera División; y un combinado de Juniors en Cuarta. Pero en agosto de ese mismo año, pocos meses después, el gobierno provincial les exigiría los terrenos en avenida 1 y calle 47 y el Lobo descuidaría la práctica del fútbol por casi una década. Su último partido lo jugaría como local en la hoy plaza Malvinas, en 20 y 51, en una derrota 1-3 contra Villa Ballester
Después, la historia más conocida. El alejamiento del fútbol por casi una década, la vuelta a las actividades en espacios cerrados y, diez años después, el regreso al fútbol asociacionista, tras la fusión con el Club Independencia que había cobijado a los “disidentes” pinchas, y el ascenso a Primera en 1915.
Un repaso, año por año, por los acontecimientos más importantes:

1916
Tras el ascenso a Primera, debuta en el torneo de la máxima categoría. Hace un valorada campaña: termina 4to, debajo del Racing de “La Academia”, Platense y River. Y gana el primer clásico platense de la historia, que se juega el 27 de agosto, 1-0, con gol en contra del albirrojo Ludovico Pastor.

1924
Luego de años de ser local en el barrio Meridiano V, en calle 12 y 71, inaugura el hoy Juan Carmelo Zerillo, el 26 de abril de 1924. El primer partido de fútbol se jugó un día después, contra Estudiantil Porteño, por el torneo de Primera. La cancha también se utilizaría, esos años, para la práctica del rugby, disciplina en la que el club presentó equipos en las décadas del 20 y del 30.
El Lobo realiza en 1924 la primera gran campaña en el fútbol grande de la Asociación de esa temporada: termina segundo, a dos puntos del campeón San Lorenzo. Pierde un solo partido a lo largo de todo el torneo y finaliza invicto como local.

1929
Gana su primer título oficial, Derrota, en la final, a Boca y obtiene el Torneo Estímulo (luego homologado como Campeonato de Primera). Fue el 9 de febrero de 1930, en la vieja cancha de River, 2-1, con goles de Maleanni.

1933
El equipo de “El Expreso”, la primera y recordada gran campaña en la Liga Profesional. Llega a la fecha 26 como puntero, dos puntos por encima de Boca, y es claramente perjudicado en el choque clave contra San Lorenzo; la tarde que los jugadores triperos realizaron la famosa sentada y Gimnasia es goleado 7-1, cuando el árbitro Rojo Miró suspende el partido. Culmina como puntero la primera rueda y finaliza en el podio del campeonato.

1962
El famoso “Lobo del ‘62” que, de la mano de Adolfo Pedernera en el banco, se mantiene invicto a lo largo de 15 partidos (11 victorias y 4 empates). Era puntero a falta de cuatro fechas, pero dos sorpresivas caídas contra Vélez, de local, y contra Atlanta, en Villa Crespo, lo privan de su primera vuelta del profesionalismo.

1970
Aquel equipo de Gatti, Rezza, Castiglia, Onnis y compañía. Termina segundo en su zona y se clasifica para las semifinales, después de 13 triunfos, 3 empates y 5 derrotas. Es el equipo más goleador del campeonato, con 46 gritos, pero pierde la serie con Central, 3-0, tras la recordada huelga del plantel profesional que obliga a la CD a presentar jugadores juveniles en el cruce clave rumbo a la final.

1979
El básquet del club hace historia y se consagra bicampeón 78/79 de la Liga Metropolitana tras ganarle a Obras Sanitarias, en Buenos Aires. Fue el 16 de diciembre de 1979. Metcalfe es figura y anota 37 puntos en el partido decisivo contra el “Tachero”.

1994
Se consagra campeón de la Copa Centenario 1993, que la AFA organiza por única vez para celebrar los 100 años de su fundación. Elimina en la primera ronda a Estudiantes (1-0 y 0-0) y luego borra a Newell’s, Argentinos y Belgrano. Como ganador de la ronda de ganadores, define la copa como local, en 60 y 118, donde vence a River, 3-1, el 30 de enero de 1994, con goles de Guerra, el Moncho Fernández y Guillermo.

1994/2001
Los años de Timoteo. Para muchos, el máximo exponente de la historia del fútbol de club. Un antes y un después. Llegó en 1994, reemplazando a Perfumo, en una apremiante situación en la tabla del descenso, y en apenas ocho meses lo puso en las puertas de su primera liga del profesionalismo, en aquel Clausura 1995. Fue subcampeón en tres oportunidades (Clausura 95 / Clausura 96 / Apertura 98) y otras dos veces terminaría 3ro, siendo siempre protagonista, en una época de equipos fastuosos como el Vélez campeón del mundo, el River tricampeón de Ramón Díaz y el Boca histórico de Bianchi. 

2003
El subcampeonato en el Torneo Clausura 2002, con Ramaciotti como entrenador, lo clasifica, por primera vez, para disputar la Copa Libertadores de América. Debuta el 12 de febrero de 2003, con un empate, 0-0, en Calama, Chile, ante Cobreloa. Llega con chances a la última fecha, pero pierde su único partido, con Olimpia en Paraguay, y se queda en la puerta de la clasificación a octavos.

2017
La dinastía Casamiquela logra el Tetracampeonato en la Liga Nacional de Voley Femenino. Vence a Vélez en el Polideportivo, 3-0, y levanta la copa de campeón por cuarta vez en la historia, sumando más gloria a esa ráfaga exitosa de títulos obtenidos en 2000, 2001 y 2003.

2018
Alcanza la final de la Copa Argentina de Fútbol, de la mano de Pedro Troglio. Elimina a Boca y a River, entre otros, y pierde por penales la final contra Rosario Central, en Mendoza.

* Unos garabatos sueltos, pensados y publicados en El Editor Platense.